Uno de los elementos imprescindibles para garantizar la seguridad son los frenos del coche. Es esencial, por tanto, identificar cualquier problema relacionado con ellos a tiempo, antes de que ocurra cualquier suceso desagradable.
Habitualmente, los problemas relacionados con los frenos del coche se producen por desgaste, tanto de la pastilla de freno, como de los discos o por falta del propio líquido. No obstante, es algo que va ocurriendo poco a poco, por lo que es prácticamente imposible quedarse sin frenos de un día para otro. Prestar atención a los ruidos, y a cómo el coche se va comportando, es clave para saber el estado de los frenos y acudir al taller cuando sea necesario.
Diagnóstico del sistema de frenos
Cuando se lleva el coche al taller profesional por haber detectado algún fallo con los frenos, este llevará a cabo un informe y un diagnóstico general. En primer lugar, se examina el pedal, posteriormente se pone en marcha el coche y se observa si hace ruido, cómo reacciona cuando se le pisa y si hay escape de líquido. Asimismo, se levanta el capó para ver que no haya fugas y que los tubos se encuentran en estado óptimo.
En relación a las pastillas de freno, deben ser revisadas cada 10 mil kilómetros. Para hacerlo es necesario quitar la rueda que está en la parte delantera y ver si este elemento está muy desgastado o no.
Otro de los elementos que hay que revisar son los discos de freno comprobando si están rayados o desgastados. Para observarlos bien hay que retirar los tapacubos de las ruedas y verlos a través de las llantas. No obstante, lo más recomendable es que los profesionales quiten la rueda y lo inspeccionen bien. Es fundamental que en el momento en que se cambien los discos de frenos, también se cambien las pastillas.
Lo que siente el conductor es muy importante para hacer un buen diagnóstico
Para el profesional del taller es muy importante que el conductor del vehículo le ofrezca un informe detallado de lo que escucha y siente al conducir y frenar para localizar más rápidamente el problema.
Bomba de freno
De este modo, se pueden tener claros indicios que indican que la bomba de freno falla. Uno de ellos es que se observe fuga de líquido en el exterior. Otra señal de que algo va mal con este objeto es que el efecto de frenado sea demasiado leve; la causa es que la presión que hace la bomba sea insuficiente. Otra situación frecuente es que después de soltar el pedal, el coche siga frenando, lo que puede suceder porque la bomba no libera la presión adecuada.
En cualquier caso, se deben hacer las pruebas adecuadas para un diagnóstico concreto y llevar a cabo la reparación necesaria.
Aire en los frenos
Si se nota que al pisar el pedal hace más recorrido del habitual o que está como esponjoso el problema puede ser debido a que hay aire en los frenos. En el caso del recorrido, las opciones son que el sistema de líquido esté mal o que contenga aire. En este caso, es necesario purgarlo y volver a rellenar de nuevo.
Cuando la sensación es la de que el pedal está como esponjoso, el motivo será que hay burbujas de aire en el propio sistema de frenos. Del mismo modo que en el caso anterior, hay que purgar por completo y cambiar todo el líquido de frenos.
Otra de las sensaciones que produce el aire en el sistema de frenado es que se dé un desequilibrio una descompensación entre una frenada y otra. Al igual que en los casos anteriores, es necesario purgar y rellenar con nuevo líquido.
Calentamiento excesivo
Los conductores pueden notar que existe un calentamiento excesivo en los frenos por el olor que expulsa, es un tipo de olor fuerte, como de fibra. En este caso, hay que detener el coche y esperar a que se enfríen los frenos. Habitualmente, este sobrecalentamiento se debe al roce de las pastillas, en cualquier caso, habrá que llevarlo al taller para que lo revisen.