El avance de la tecnología en el mundo de la automoción es un hecho indiscutible, en este sentido, cabe anunciar que los modelos de vehículos con transmisión automática están aumentando su presencia en España. El motivo por el que cada vez se ven más vehículos de este tipo es la comodidad y la seguridad que aporta al conductor y al resto de ocupantes.
En la actualidad, aproximadamente son más de 30 millones de vehículos automáticos que ya circulan por nuestras carreteras. No son pocos los conductores, tanto noveles como veteranos, que ven con buenos ojos iniciarse o cambiar su coche por estos modelos. Los pronósticos sobre el parque automovilístico español es que continúe creciendo hasta equipararse en cantidad a los tradicionales de marchas.
Si eres de los que están interesados en un coche automático, estos consejos te serán de utilidad, ya que coger por primera vez estos vehículos puede suponer un verdadero desafío hasta que se domine por completo.
La clave, la palanca de cambios
Como cabe suponer, acostumbrarse a un uso completamente diferente de la palanca de cambios puede considerarse como el primer factor a superar para conducir correctamente con tráfico alrededor.
La diferencia con la tradicional es bastante visible. En estos casos, se dispone de cinco posiciones que no tienen por qué estar numeradas.
Parking (p)
La primera posición identificada con la letra P deja inservible la caja de cambios, es decir, no engrana ninguna marcha. Es la que se usa para aparcar, por esto se la reconoce con la letra P (Parking).
Reverse (R)
Marcada con la letra R, se localiza la posición para que el vehículo de marcha atrás. En la mayoría de los vehículos, para aumentar la seguridad, se tiene que pulsar un botón que va incorporado en la propia palanca.
Neutral (N)
Con la N de Neutral se hace referencia al punto muerto. Esta posición es muy parecida a la P, pero con la diferencia que en esta ocasión no se bloquea la caja de cambios
Drive (D)
Drive recibe la letra D, y se trata de la posición que debe mantenerse para introducir las marchas, ya sean ascendentes o descendentes.
Manual o Secuencial (M o S)
Marcadas con las letras M o S, es la posición que anulará el cambio automático para volver a utilizar el cambio de marchas de forma manual. Es una opción que no ofrecen todos los coches de este tipo.
Sin pedal de embrague
Posiblemente, acostumbrarse a conducir sin pedal de embrague sea lo más difícil de los coches automáticos para aquellos veteranos que están acostumbrados a su vehículo de marchas manual habitual. En las cajas de cambio automático, el pedal del embrague desaparece, dejando únicamente los de freno y el acelerador.
En los coches automáticos, la transmisión engrana las marchas sin necesidad de accionar este pedal. Pero, como ya se ha comentado, en España, como norma general, la mayoría de conductores están acostumbrados a accionar el pedal del freno y del acelerador con el pie derecho, reservando el izquierdo para el pedal embrague. En este caso, con solo dos frenos, no son pocos los casos en que se comete el error de frenar bruscamente queriendo cambiar de marcha.
La primera vez que se conduce un automático
Es importante mentalizarse e interiorizar el cambio que supone este tipo de conducción, aunque, como siempre suele ocurrir, la seguridad se consigue con práctica, tiempo, dedicación y concentración.
En cualquier caso, mientras llega esa seguridad a través de la experiencia, es importante considerar y evitar una serie de acciones que pueden perjudicar el cambio automático en el medio y en el largo plazo. Para empezar, no se debe conducir en las bajadas con pendiente y cuestas en la posición N para ahorrar gasolina. Esto es un error, ya que las cajas de cambio actuales cortan el suministro de combustible cuando se dan situaciones que rebajan la carga de trabajo en la unidad de potencia.
Por otro lado, cuando se acceda a un coche automático las primeras veces, hay que recordar que no se debe pasar de la posición D a la R con el vehículo en movimiento. Es un error que, sin ser peligroso, deteriora drásticamente el sistema de transmisión, con lo que se va a reducir su vida útil.
